Una moneda al aire
Yang siempre recordaba las palabras de su padre, aunque nunca las había entendido del todo: un hombre bueno no teme a la oscuridad, de buenas intenciones están forradas las paredes…
Yang siempre recordaba las palabras de su padre, aunque nunca las había entendido del todo: un hombre bueno no teme a la oscuridad, de buenas intenciones están forradas las paredes…