¿Cuántas veces te has encontrado atrapado en la preparación o planificación, creyendo que estás avanzando hacia tus metas? ¿Sientes que mientras más haces menos avanzas? Esto puede ser reflejo de un concepto llamado falsa acción.
Uno de los fundamentos más importantes a entender cuando se aspira a ser una persona de alto rendimiento es entender que: la preparación o planificación no equivalen a la acción.
Frecuentemente caemos en la trampa del exceso de análisis y la constante búsqueda de recursos, convenciéndonos de que cada paso preparatorio es un paso adelante. Sin embargo, la verdadera esencia de progresar radica en hacer. La preparación, aunque necesaria, no debe convertirse en un obstáculo para tomar acción.
Las consecuencias de permanecer en la zona preparatoria son numerosas: oportunidades perdidas, potencial sin explorar y, lo más importante, la insatisfacción personal de no ver resultados tangibles.
Si no logras ver resultados en tu camino, vas a abandonar tus metas con un gran nivel de frustración. Pero esto no tiene por qué ser así, este ciclo no tiene razón por la cual continuar y tenemos todo lo necesario para romper con él.
La solución germina justo cuando adoptamos estrategias enfocadas en la acción. Esto puede ser algo tan sencillo como:
– Establecer objetivos claros de qué es lo que quieres lograr: define qué quieres lograr con precisión y con un nivel de detalle que le dé claridad a la meta. No es lo mismo decir: quiero la libertad de tener mi propio negocio a decir: quiero la libertad de asistir a dueños de negocios a establecer sus empresas en línea, generando un 15% de sus ingresos en ventas en los primeros seis meses de su lanzamiento. De forma tal que el ayudarles a crecer su negocio, me permita la libertad de tener mi propio negocio.
– Limita tu tiempo de preparación: asigna un periodo específico para la investigación y planificación, y luego pasa a la acción de crear. No olvides que el objetivo siempre, siempre es crear tu visión, tu sueño, lo que crees que es posible. El objetivo es producirlo.
– Aprende en el proceso: reconoce que cometer errores es parte del camino hacia el éxito y que esos errores son indicadores que te ayudaran a mejorar y adaptar el plan. El plan, al igual que los presupuestos, NO SON, documentos estáticos; es decir; son documentos vivos que tienen que ser actualizados constantemente para amoldarlos a las condiciones del camino cuando vamos en búsqueda de una meta.
Todo viaje, sea de mil millas, o de la cocina al balcón comienza con un paso, no con mil preparativos. La acción es el antídoto del estancamiento. Toma acción sin dilación.
¡Espero que mis letras siempre sean compañía!
Como dijo Leonardo da Vinci, “La sabiduría es hija de la experiencia”.