La clave para el alto rendimiento está en abordar dos dimensiones fundamentales en todo lo que hacemos: la urgencia y la importancia.
Un asunto se considera urgente si, al no atenderlo, tiene un resultado adverso o un impacto negativo.
Por otro lado, un asunto se califica como importante si está alineado con tus metas.
Este aspecto es crucial, ya que al estar atado a un objetivo, es indispensable establecer primero tus metas.
Con los años, he sido testigo de que el paso más importante es poder descartar aquellas actividades que no son urgentes ni importantes.
Esas son las actividades que precisamente consumen la mayoría de tu tiempo y no tienen ningún efecto positivo en tu vida
